PLUMA ENARDECIDA...

           PLUMA ENARDECIDA...   (RICARDO ALVAREZ. )

Pasan a martillazos los papeles del árbol puro por todas las cloacas. 
El agua disuelve impotente sus moléculas de minúsculo oxigeno, 
halla imborrables rastros, moribundas macas pútridas/ 
Si las moscas son marrones o negras poco importan/ 
Todo Materia de excremento de distintos defecatorios/ 
El hombre lava su rostro y cambia de roles 
pero el pelo de la basura no se barre con el aire 
y la femera aun en la cima de la estatura sigue siendo basura/ 
El reciclaje de fermentos crece... 
Crece a la altura de las terrazas de oscuras lluvias 
cuando lanzan sus llantos amarillos disfrazados/ 
Se extiende en las calles multiplicadas y la muerte no fertiliza sus hojas, 
el hombre fatigó sus papeles ignorando donde dejó las hojas muertas/ 
Mira compañero... Como se llenan de hongos parásitos las copas 
hasta los lagos llagantes enmantelan las mesa de la tierra 
y se explanan por los cuartos anegados, 
en los amorfos ángulos de las escuelas manchadas e infecta los cuadrados estériles de hospitales sin brazos 
y a cada segundo explota alguna vena su lágrima/ 
Ni la luna ni la tierra precisan la sangre temblante 
que derrame el hombre con necroterapia sin rictus semblante/ 
Llegará el día de romper con los fetiches, amputar los ídolos a su estrado postrado y el Dios todo, el Dios de todos único, 
bajará su arena carnal hastiada y su martillo de golpe venciendo los yugos que parecían irreversibles 
y de la base frágil de dos pilares que hizo de la tierra un mundo 
engendrará nuevos ovarios y testículos como ombligos de epicentro/ 
Huevos de germen potenciados nadando en el limpio seno de los mares/ Destilando al seco universo su gota humeda de risa con el colosal trino de un arpa. Estremecido vibrará el mantel que algunos pusieron sobre la tierra... 
Y amigo... Amigo poeta. 
A golpe y martillazo de pluma la tinta surcará lo inmensurable 
renaciendo de la llama todos los cantos congelados en el hielo 
con la ruptura decidida de las manos emergiendo en los terrones 
y las lunas puras verán las fogatas del hombre nuevo 
con la dulce mirada de la mujer que alimenta con leche de mama/ 
Llenará el aire seco su ombligo con nutriente hemoglobina/ 
Cantarán los ríos con la voz del pueblo 
y la pluma enardecida como estandarte/ 

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