Explotó
en el cielo
Polvo
de estrellas doradas
En
arsenales fabricadas
Despedazaron
sin consuelo
En
el piso del firmamento
Hasta
la esencia en desconsuelo.
Partió
en dos ensueños de fragatas
Solo
la voz muda estalla
En
su mirar vasto y compungido
Los
despojos del piso en estallido
Se
diluyeron hojas de fronda,
Brazos
y pies en cráter honda ver
La
piel es gajo de manzana redonda
Y
en los ojos perplejo del testigo
Trajo
la sombra su cuchillo
Los
átomos en la guadaña del frio,
Desde
la cuna de los olivos
Hasta
las plazas que recrean
Quedó
una gris pañol de seda niño
Que
no es más que harapo de resquebrajada estela
No
hay fuerza humana que batalle contra natura
Ni
misiles ni ojivas que nos cobren lo perenne su factura.
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