Habré de mirar detrás del espejo
tus iris vacíos de memoriosa pupila.
y cada tarde de sol y adobe
reconstruirla
con la lejanía del dibujo y tú reflejo.
Antes te encontraba en la vastedad viva,
en el confín de las gemelas aristas,
En la verde llanura tú marca de pasar,
hay en las tardes ausencia de inútiles
aldabas.
Sórdido tumulto de bronces vagos.
Palabras de otro tiempo que al rasgar
suenan a complot de cedros crueles sin
sonrisa.
Habré de recordar los mitos que dejaste
aplastados
en la mesa rectangular que apoyaban tus
manos,
lustrar con bonhomía siempre tus
enseres
o restregar en el jabón con prisa
herencia de sábanas
en las gotas de sangre que me legaste.
Tendré que quebrar sus coágulos con mis
manos.
Solo dejaré que el viento sur te evada
con tus clavos,
en un fornido soplo al cajón de mis días
olvidados.
Todos
los derechos reservados en Safe Creative & Word Press
No hay comentarios:
Publicar un comentario