Tentación ingenua de abarcar
tu cintura
amparados bajo la sombra cómplice
La noche de pasión, motivo de
mi vida,
a media asta refleja hace s
un a tibio cuarto de luna
como sueños de principiantes
imberbes.
Vamos camino al original
pecado de las fuentes.
refugio de dicha audacia de
pupilas.
Dejemos al Leteo los cuerpos
que van sudando
rubores frutales de hondo
misterio morado.
Nos embriagan violáceas uvas
de Proserpina
la sombra a la sombra
regresa, somnolienta,
y ahogamos la vigilia del alma espirituosa.
Retumban las curvas no labradas
y ahogamos la vigilia del alma espirituosa.
Retumban las curvas no labradas
en franca oferta se humectan
los jacintos
La noche arquea sus faldas
ruborosas,
bocas gimen su abertura
teñida.
El jardín de tu sexo doblega
su entereza,
señala la mies dorada tu
carne temblorosa
limite fatal de mis torpeza
mundanas
tanto sexo congestiona tus
labios tintos
que a la sed de mis boca son
tus besos impregnada pureza.
Como fauno potente avanzó a
la realidad de tus caderas
dale a mi cuerpo, mi hembra,
la absoluta libertad del macho.
Te veo como la construcción sensual
de una estatua griega.
Flujo que mana exaltando
aroma a flor pasionaria,
germina mis arterias que los
canales fueron dragados
como ondina navega y deja tus
piedritas de colores abiertas
y señala con cruces púrpuras
mi carne temblorosa.
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