Dos cuerpos enamorados
frente al espejo, al
lago,
o en la mesa cotidiana.
Son un suspiro de hojas
en un árbol aletargado
.
Son un huerto de raíces
que la luna entrelaza.
Un habitado desierto al
alba
con cálida arena de
huella.
Son dos pleamares
de olas inmensas
rozándose como piedra.
Dos cuerpos enfrentados
son astros aliados con
uñas
cortando truenos y
relámpagos.
Mosto y zumo de licores
en un vacío intimo de
temblores.
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