Antes de
entrar a los Elíseos despójate del dorado,
deja que
tu pálida frente sea besada por las moras
nocturnas,
sumida la noche ebria de violáceas purpurinas
no
hilvanes rosarios con pegajosos hilos de telarañas.
Pues a
las sombras con peonías su blanco telar regresa
con
renovado espíritu somnoliento te llenarán de melancolía.
Tu alma
tendrá el poder del beso, el amor intacto
y
perdurarán aromosos jardines con rosas Isabelinas.
No
entres de puntillas en los páramos de espinas expuestas,
dibuja
con sales un arco iris que haga culto a Proserpina,
olas de
rulo traerán espuma de pleamar con azucenas tempranas
contenidas
en esa hermosa boca que te llenará retozando.
Esboza
un adiós grato con una palma de abeja y una mano cristalina,
esa
belleza amada pintará colores naranjas en tus ocasos.
Toma con
fuerza grácil la virtud interminable de su ternura
hasta
que el cielo truene y el agua transversal de la lluvia
lave la
bruma y resalte el alegre rostro peculiar que la habita.
Será su
lumen el fuego que ilumine los templos holgados
y dos
columnas de numen volarán las alas de tus cisuras
cuando
de melancolía te colmen los labios rojos de edulcorada espesura
tu aún
caliente corazón repicará sobre los campanarios,
cuando
se cierren los cerrojos de bronces repentinos
vagará
tu imaginario en la sensación Prístina, la copa rebasará de frescura
oscilando
entre lo doliente y lo plácido de los sentidos,
reposando
en los rellanos la uva fatal de sus comisuras otorgadas,
tu boca
será besada con podagras memoriosas de su encanto.
De "Fuera del
tiempo"
Ed, PALIBROS Hecho el
Depósito según la ley 11-723- registro de autores.
Publicado julio 2018-
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