Duerme en mi vientre
y cuando se desvele la noche has en su planicie tu reino de abonada flora silvestre. Involúcrame en tu fuego en esta oscuridad que nieva sobre los cerros, estréchame fuerte en la cobija de tus llamas porque gélido moriría al entrar la mañana. |
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UNIÓNHISPANOMUNDIAL DE ESCRITORES UHE
CALIDAD LITERARIA
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