No sé de que hablan las
palabras ajenas...
Yo te vislumbro de la nada
con tu fervor entrante
tras una equilibrada
partitura de antiguas penas.
En el apogeo de la mirada
comencé a adorarte
como un atril de sinfonía y
estandarte.
Con suprema entidad nutrida
te anclas en el cielo
y amaneces con el fulgor de
una mañana luciente en tu velo/
En tu inefable vuelo de
paloma bajo abiertos soles
dejas en mi oído apelmazadas
palabras de rumores,
los ojos celosos de la noche
te ven con codicia
mientras escribo mi simple
dialéctica sobre tus hombros
de llaves/ Así entraste con
tus manojos de bordes,
como una salvaje rosa abierta
en mis desvelos/
Mi abismo de carne tropezó la
senda de tu sino,
con tus curvas de vuelo ibas
oteando el sitial del nido.
Hábito delirante de diáfanas
pupilas giran reflejas tus canicas.
Ya eras raíz de lumen en mi
frente/
Necesidad de hambre,
inmortalizaste mis manos
en coágulos de amante sangre
y opimas espigas/
De LLUEVE EL VIENTO EN LOS TEJADOS- A publicarse en julio 2019 - Ed. PALIBROS -
N.YORK - EEUU
Hecho el Depósito según la ley 11-723- registro
de autores.
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