Como el mar abraza en círculo el istmo de la tierra
emergiendo como lengua
Así mis manos ciñen tu cintura, cintura de brazo mío,
quemándome hasta las palmas
La luz del sol te envuelve -algo absorta- con su abrazo de
llama
Y gira en hélice el destello contra las piedras que en torno
a ti bailan.
Dando vueltas, cae un racimo de viña magnética hacia tus
ojos imantados,
y de tu exterior retornar doradas las velas del
crepúsculo.
Cuando entra la noche salvaje hacia ti, ¡ muda mi amor ¡el
telón se aclara
en ojos de la luna, caen uvas nutridas hacia tu boca, como
esclavas.
Al verte, sucumbe la estrella melancólica, a tu imagen de
creación viva y única
Las flores seducidas y la soledad del cielo apagan su
tristeza.
Como invasora poderosa, caracola del mar, cuento de
unicornio, penetras el camino
de los campos del trigo, y la espiga mansa se dobla con tu
aliento de boca.
¡Suelta tu flecha gloriosa, con el arco de tus cejas oscuras
¡ y clávala,
con tu arco de cazadora, al zumbido sinfónico, como un
latido de cantos.
Cuando entre el verano, sumergido en tus besos de volumen,
golpeará
tímidamente las puertas del viento en tu oído, para le hagas
un espacio.
Mientras, las hojas impúdicas del otoño, preparan una hilada
de infinito collar,
Para enredarlo en tu cuello de reina, abrazándote, así como
el mar ciño al istmo.
De tu boca llega al cielo lo que en tu corazón duerme y
sueña. !Ah, mujer silenciosa.
Cierra tus ojos de abismo, que el vuelo de la paloma deje
estelas rosas
Y de la pérgola florida de tus labios se enrojezcan
cordiales violetas.
De "Fuera del tiempo"
Ed, PALIBROS Hecho
el Depósito según la ley 11-723- registro de autores.
A publicarse julio 2018-
Todos los derechos
registrados en Safe Creative & Published Word Press Poetry
Poemas de
ricardo alvarez@blogspot.com
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