Sé de una muerte viva y desenfrenada,
andando pálidos senderos de deseos,
y la abierta cicatriz en ocultos velos,
bajo pavor de piel desparramada.
Ya repican zurriagos de campanas en sienes,
y salvajes félidos con inquisidor murmuro.
En aquelarre de sueño satánico y conjuro
se alían, y yo sigo, con ausencia de bienes.
Llevo tambaleantes e íntimos
hedores pegados,
contiendas encrespadas de ríos embravecidos.
Dejo semientes de conciencia y segmento olvidos.
En claustros se refugian, rinden sus armas avasallados.
contiendas encrespadas de ríos embravecidos.
Dejo semientes de conciencia y segmento olvidos.
En claustros se refugian, rinden sus armas avasallados.
Los sepulto en el vientre de la
madre tierra,
se inmolan al soplo del aire, esfumados,.
infausto ruin polvo de cenizas en los osarios.
Su mascara de calavera ya no me aterra.
se inmolan al soplo del aire, esfumados,.
infausto ruin polvo de cenizas en los osarios.
Su mascara de calavera ya no me aterra.
! Blando victorioso mis dagas contra
ellos !
¡ Saben que han sido vencidos ¡
¡ Saben que han sido vencidos ¡
De LLUEVE EL VIENTO EN LOS TEJADOS- a publicarse julio 2019
- Ed. PALIBROS - N.YORK - EEUU
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