El último crepúsculo se fuga con el
poniente,
el bostezo del alba crepita todo lo
naciente.
Un sol rojo ígneo penetra ríos con
lentejuelas
y en algunos cedros cuelgan rastros de
escarchas
que se van diluyendo en agua, fuentes
desnudas
de luminosas ramas al oriente serpentean.
Sobre la copa arbórea despierta luz
nacarada que centellea,
tronar orquestado de hojas cual
timbales,
cantatas de ecuestres lunas,
cabalga el mineral su molienda dispersa
en la tierra,
hacia la bajamar el atajo vislumbra
crespas y tornasoladas mareas.
Obcecada palma del horizonte alzando espuma
que burbujea como un salitre duro de
marmórea talla,
yergue su eminencia de colosal altura silbando sobre la piedra.
El día trae en sus manos tajamares de
nombres que resuenan
como una copla de viento que expulsa
por la boca bellos acordes,
cinceladas runas en la permeable
corteza terrestre
que rajada abre simas de ecos indelebles.
La briza es el inicio del cantar en la
cosecha
y en la copa se precipita el depósito del
germen.
Los nombres que la memoria olvida
emergen en blancas acequias.
Trasvasan las fronteras del mundo resonantes liras y fagotes,
montando corceles del aire diseminan
áuricos simientes.
Borrados confines resaltan viejas voces animadas,
resurgen instantáneas y brotan en
espigas de labios
y en la envergadura planeadora del albatros
llegan a ser letras melodiosas de
palabras convocadas.
Todos los derechos registrados
en Safe Creative & Published Word Press Poetry
- Del libro LAS LÍNEAS DE LA TIERRA - ED DUNKEN - FERIA DEL LIBRO EN BUENOS AIRES
- 2014. STAND DE ED. DUNKEN-Patrocinio de Fundación ECOCOLOQUIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario