Ese lujo que te decora
Es el mismo que te delata.
Cortina vistosa sin bravata,
Se enrosca al viento que la toca.
Que jactancia te condecora ¡
Que luces como tu propia obra
Con altiva deshonra
El mural electo de la sombra.
Hiede el pútrido olor de los gusanos.
Calla y escucha ¡ no llegara el
bienestar de la muerte
La vida cobra siempre su factura pendiente.
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