...Dicen
que la tierra nació de un páramo y la magia astral la hizo pradera.
Hasta
que el hombre dejó de ser mono o el mono quiso ser hombre. ¿ Quién lo sabe?
¡ Aun estoy aquí ¡
Atravesando inexplicables milenios de
tiempos como una figura de barro perenne, el Supremo me ha moldeado en hombre
presente., por tanto siempre he de estar y seguiré estando.
Desde la manzana tentadora hasta la
piedra del fuego
de la hora del Diluvio y la mandíbula
de Cromagnon.
del río de los Bautismos a la paz del
Buda
de la lealtad Cristiana de Pablo y la
traición de Iscariote.
del
antiguo Egipto a la sabiduría del shaolin.
del el recóndito secreto del Shaman a
la milagrosa piedra de Excalibur y la
redonda mesa de Arturo.
de las Carabelas de Colón y las Santas
de Isabel con sus cruces de bastión
de la latitud no imaginable del
Holocausto del hombre
de la afable palabra de Pápu Mahatma al
corazon ensanchado de Teresa.
Sigo repasando la historia
incomprensible. Los dibujos de guadañas filosas y guillotinas
La zapa cavando las raíces profundas y
los pies diminutos del futuro
Miles de isocas caníbales paridas en
arcilla humana devorando los hilos de la sangre destilada de los cuellos
sometidos.
No sé si he aprendido en la alquimia de
la vida la riqueza de una vendimia
en un valle de muertas hojarascas.
Quien podrá
conjugar un acertijo espeluznante o arrimar una alforja de sabia claridad a
este andamiaje de mosaicos ignorantes perdurando en colmada eternidad..
Habrá un encanto oculto bajo la tierra
que meza la cuna de los sedientos
un vientre de ocre madre de donde
emergen los negros
un reflejo de albur de nieve, cuna de
los blancos
un rayo de sol que engendró los
amarillos.
Borrar del diccionario: guerra y
espanto y fundir la razón hablada en esperanto.
¡ Aun sigo estando ¡
Vagando en el infinito cielo, levitando
el firmamento como prisionero de mis
ilógicas raíces y veo la vida caminando al borde del abismo su paupérrima
soledad
Me pierdo en el mar de los dolores
osados con heridas bajo la piel rasgada, mas no me inclino a ambos lados.
Del dolor y la penumbra de la historia
en pasado rescato la moraleja.
Del oscuro Ogro gigante herido
veo la diminuta grieta de luz
esperanzarte-.
Más siento renovarse un espíritu de
génesis aguerrido,
Aunque
a veces me pregunto:
¿Que
vemos los hombres del fuego?
¿El
madero que arde o la luz que ilumina?
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