¡No sé desde donde nombrarte agua!
De tu piélago a tus dimensiones,
utilidades, riquezas y necesidades/
Continente dibujando islas y
atolones,
cinturón que ciñe la roca de los istmos,
contenido de arroyos, lagos y ríos veloces,
danzas como hoja entre los valles natales
del cálido ámbito donde nada el embrión
pateando con sus nuevos talones/
Lagrima que espumas de gota los grifos,
colmas de tesoros los áridos estómagos y aglutinas
el sabor a las papilas bucales
como blanca leche apagando sedes universales/
En gota, rocío o diluvio al bajar tu cortina
nutres las ramas encolumnadas
las patas bestiales sedan sus bufidos
y tu nutrición ensancha peces en redes tajamares/
Sales debajo del polvo en manantial,
rugiente catarata cayendo en gravedad
de indomable salto, rozas el cuerpo de la piedra
y emerges como cristal/
En tu arista rebelde el ojo moldea su forma y
al emerger de la fuente fortaleces la vista del panorama,
el oído diminuto se vuelca cuando tuerces tus alas de ola
al saloma de tus doradas sirenas
donde el mineral recorre tu vientre
y el don de la vida recoge tu copa esperada/
En tus hombros celestes descansan los tajamares
y los bronces dorados del sol pierden sus perlas
en la armonía donde la ostra
descubre sus húmedas verdades/
El oro verde de los vegetales
llena su cántaro de germen con tu nombre.
Con entidad suprema existes como si la mano omnipresente
te hubiese legado el insustituible mandato del maná/
Tu calma de oasis es serena/
Tu ira incontrolada no se esconde/
Ante ti se inclinan
los barcos inútiles del hombre.
Las bocas se
arrodillan y las lenguas se extravían,
Eres el calcio diluido de futuras generaciones
aunque el vil humano va despojando tu patrimonio/
Los intocables imperios de compactos asfaltos
entierran tus napas
comprando tu extendido mapa/
La mano tigresa aleve ordenó tu injusta repartición
y lava tu rostro con cloratos/
La inconsciencia absorbe mas tus males
que tus imprescindibles
verdades/
Tus azules hijos congelados
conocen el blanco pelo sabio
que dibujas en la montaña,
el mensaje de un alud preventivo
y el majestuoso desmoronamiento del Perito Moreno.
Se
adoran cuerpos fetiches de barro,
iconoclastas
estatuas enanas sin esencia
Mas nada existe sin tu
presencia/
¡Que mundo!
Mundo de profundo ardor sin tu existencia,
Si faltas la piel
resquebrajará sus escamas,
los poros expulsarán
sus lavas,
plegarían el choque
de las nubes,
la mojada gasa de
los hospitales
deambularía seca
y tus hijos
porcentuales
que respetaron sin
derroche
tu frontera sin
alambres
recordarán más tu
estirpe de agua
que el sudor
llagante del hambre/
¡No faltes agua!
Hasta que el hombre
explote su oculta vergüenza,
la soberbia tendrá que disputar
tus rincones
aun en las mínimas esquinas del planeta/
Los futuros niños se harán humanos de conciencia
y con elevado puño de firmeza
serán tus adalides defensores/
Todas tus gotas desplegarán los odres
alimentando un coro de Ángeles en arrullo
y al beso de tu forma da amplia riada en capullo
aguardarán bocas multiplicadas de embriones/
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