Mujer mitológica mia
de vuelo y fantasía hecha/
Atrapada en la masa
sumergida
de mi esqueleto impúdico
pero bello/
Tras romperme inclinado en
tu mapa astral,
en los pliegos de tu piel de
alerce
al abismo de tus cúspides
cayendo en la alfombra de
mis costillas/
No importa tu lengua sutil
de habla.
Ni tus senos desparramados
como racimo caído.
Ni que amanezcan con hedor de aliento.
Puedo tolerar tu ojo
izquierdo blanco
y tus orejas deshechas por
el relámpago.
Tu piel de esmeril,
áspera como lima
y tus manos de marsopa
aplaudiendo.
¡
Eso sí ¡
Es imprescindible que
vueles,
de la noche intrigante al
día brumoso, y
que sueñes con un tiempo
imaginario
en que la uva se confunda
con los cerezos/
No pretendas cautivarme con
voz erosensual
Ni con una lagrima perfumada de
teatro
Ni contando tus muertas hojas de
invierno
como si el dolor te hubiese
abordado/
Para mí...
¡ Tu andar es
voluptuoso, siempre que camines con alas ¡
Tu noche conmigo en la cama es
siempre noche de amor
si sueñas con nubes
invadidas por Ángeles/
¡ No quiero a mi
lado una mujer tan terrestre ¡
Que no despegue sus pies del
suelo
sin que sople un huracán/
Te amaré siempre...
Siempre que seas etérea y
volcánica
y tus ojos brillen en tu
ausencia/
¡ Que me importa si tus
senos blandos siguen colgando!
Sino concibo hacer el amor
con una mujer
que no trepe los sueños
rosas
en los peldaños del
planeador silencio
próximo al confín del
paraíso.
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