En un montaraz nido de tórtolas
la noche dormía en sombra de anales,
melaza de savias fluían de las corolas
tiñendo plumaje de casales.
Se bañaban en fluido blanco de cielo.
Estancia de ágape, usufructo de astilla.
El edredón era abierto velo
en la pluma eíder que florecía,
al cierre del ocaso diluidos panales eran rocío
fresco de agua bañando pistilos.
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