Se
fue sumergida
Por
las calles taconeando
Cual
si penetrara una oscura selva
Guiada
por ru ruido.
Había
venido
Con
su arma de agua velva
Simulando
risa de mimo
Caída
de abrazos
Como
si dos rocas habitaran sus manos o palmas
Sobre
sus hombros se posó o en samblo
Una
tortola feneciendo
Con
las alas desplobadas por el fuego.
Asi
se fue masticando flores como los cerdos
En acto de atricción, vacia de deseos
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