Tu
cuerpo me invade
hasta
enajenar mi sombra.
Me
pueblas de tacto
y
adjetivos que trasvasan
el
ánfora del alma,
afincas
mi piel de gemidos
y
esparces con fuego
mis
labios hasta el estallido.
En
la oscuridad palpo
tu
piel de flora,
levedad
de seda,
que
al tráfago candente
te
insertas hilo de mi senda
y
gota de rocío caes en mi boca.
Me
robas los ojos con la mirada,
seduces
las pestañas con tu aliento
y
en la tempestad que se acrecienta
tu
lado me pierdo
sumergido
en tus labios.
Cavado
tálamo en descenso,
nos
hundimos
en
aguas sensuales de fango.
Con
mis palmas fatigadas
en
las terrazas de tu cuerpo,
sosegada
llama de leños calmos
te
acaricio para hallar mi ternura.
Todos los derechos registrados en Safe
Creative y Word Press Poetry
No hay comentarios:
Publicar un comentario