Solitario corazón soy, sombra
bajo sombra,
un beso partido en la copa,
creación cercana al racimo.
Sol del vino que en la
madrugada
bebe la ascensión potente de
tus labios.
Nadie más, instante fémino,
dejó su marca
en las aristas del cristal
donde yace el beso abatido,
un vuelo aletargado de
gaviotas
y nadie más que tu conoce su
planeo.
Entre luces fulgurecen astros
febriles que se abrazan.
En reflejo se muerden la
pulpa carnosa,
esta revisión no claudica a
los pies de las tinieblas.
Súbita mujer, perdida entre
mis venas,
agua en riada enjugada en
dulce breva.
Tú arriba y yo abajo como una
piedra suculenta,
horizontes de atalayas
vislumbran falanges del deseo.
Te veo del abisal pozo libre
donde pájaros del fuego
otean la consumación del
hecho y emerges,
suave eíder de todas las
rinconeras.
El clamor pasionario su marca
retoma
canícula que sudas en la
sangre abierta,
caterva de ráfaga turbas los
cuerpos.
Siempre claro día, mariposa
rodadora,
entre guirnaldas de polen
precipitas néctar
a mi boca estrafalaria
esplendor de luna acechas.
Solo tu amor es llave que a
mis manos desencadena
el frío círculo del guillote
donde soy mi propio carcelero.
Antes de ti era todas las
guerras en una sola tristeza,
riberas de tu vientre a mi
soledad destierras.
cuando tus dos lámparas se
inclinan a la órbita de mis ojos,
en la contemplación aprecio
la belleza de tus contornos
y nada fuerza a mi vigilia
ser guardián nativo de tu virgen tierra.
poema70 – de
PASIONARIO -Ed. ROJAS BOGLIACINO- Prov.de Entre Ríos- Argentina
2013-
Hecho el Depósito según la ley 11-723- registro de autores.
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