Tiempo vespertino en
despierta melancolía
el amanecer fue aristas de relámpagos.
migración de pájaros del
viento
encallando en nuestra
alcaldía.
En tu cabello recalaron rayos
de eléctricas usinas
abriendo dimensiones
cristalinas del extracto
donde transita lo medular de
tus huesos en silencio
y se alza el tono de compendios
en las abadías.
El día recorre al nocturno carmesí
de tus labios
en un vergel florido lloran
de alegría los cuartos de mi sacristía.
A mi corazón concurren pasos
apacibles de lluvias
ceremonial que comulga el vínculo del lazo
Obcecada proliferación veraniega
en largas noches me poso en
tu regazo
con aromas a floripondios y
el dulzor de tus membrillos
donde el beso de tus sombras emergió
del asfalto
en el desorden del extravío.
reencontramos los sentidos
silentes que a discreción del aire
puro nada se le niega.
La luminosidad del magno
astro
en el profundo latir de laberintos
nocturnos.
alzándose nuevamente a
desenterrar del asfalto
el núbil pálpito de los
sentidos.
De
LLUEVE EL VIENTO EN LOS TEJADOS- A
publicarse en julio 2019 - Ed. PALIBROS - N.YORK - EEUU
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