Ella vendrá pronta y ligera
aún extraviada en el camino,
su sombra será minucia de
olvido
cuando a mis labios llegue
con su gracia
cantarán desde los arboles
las aves del trino.
Burbujeante vendrá como
espuma de mareas,
rasgos de lluvia como una
colmena de turquesas
Ella tiene detalles en su
cintura de agua
como un pétalo que los años
no doblan
la escarcha derretida,
Caerá a mis brazos verdes de
alabanza
cual nocturna cigarra que por
las colinas
del cielo se desbarranca.
Eclipse de rosas con frescor
de opulenta primavera,
astil erguido con la bandera
de mi patria,
su mano toca sílabas que
tintineaban,
copa alcuza con aceite
amarillo,
su paso es huella relente del
agua descalza
que desborda mis playas con
tórridas arenas
y aún abatida puebla de
caricias mis aldeas.
su mano vuela de mis ojos al
mediodía.
Arena y sol palpitan en las corolas que los gestos
insinúan,
dimensión en brazos del
tiempo dilata el cuerpo sin edades
Su virtud es el vínculo
artesano del engarce,
tierra y arcilla, polvo del
ventisca, rociada en garza primavera
A piel mojada abre su camisa
candente,
y dos lunas inquietas sobre
las mejillas arreboladas,
sobresalto natural que a ciegas palpo olor de hierba,
manzanos abundantes en esa
gran región
que someten una vida con otra
vida,
trigales áureos, pecho de mis
alas, privilegio de soles candentes.
Poema 58 – de mi libro PASIONARIO -Ed. ROJAS
BOGLIACINO- Prov.de Entre Ríos- Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario