Busco sin diplomacia tu presencia en los campos amoldados
En los corpúsculos de nuble blancas, en la cotidiana hora
De la mesa y su menester en la mesa
En el reflejado brillo de la mañana....
Porque tus ojos son de translucida mañana
Te nombro desde la calma del silencio
En el motivo de tu palabra de quehacer
6
Cuando resuena un temblor interno en mi pecho
Cuando miro tu rostro, pulida de gloria y vida
Dentro de la flor de la tarde y sin saber 999
Estan tus rosas labios siempre vigentes
Donde la brisa silva en su estrechez
Por tu cabal voz de nereida salpican los mares
El bostezo de la noche entrante
De todas las sales necesarias de la vida
Absorbes el jugo de savias y canales
En tus labios de esponja y nítido amanecer
No hay comentarios:
Publicar un comentario