Subidas tus manos elásticas,
he visto fuera del cielo la fragante
luna recostarse en las landas de los cerros
y en la noche iluminada de acuarelas
tu
breve paso deslizaba en trance
fragancias trisadas, hojas con brillo de
navajas.
Ambarinas campanas
tañían nuevos crepúsculos,
Impregnando ángulos de tu halito
cual si fuesen cálida tempestad de viento
reposando soñolientas
sobre las palmas de tus manos,
tallo y árbol de romance/
No hay comentarios:
Publicar un comentario