Irradia tu mirada los deseos en cristalino
imán/
Tu fresca sonrisa de alerce
suspendida
presagia los futuros de tus
siempre vivas rosas.
Montas en colosal estatura
porque tu corazón reina el
prado y
la cabalgata de los rebeldes
corceles/
Brilla la estela tras tu
blanco paso y
te eleva el galope en
trepada a tu torre de majestuosa altura.
En tu risa ambulante refulge
el nácar,
corazón y pecho estallando,
fetiches senos de cobre y diamante/
Pero lo que sorprende son
tus rojas majestades
que parecen retornar de los
trenes del fuego/
Desata tus tobillos de
férrea ancla tierra y
lleva tus colores como una
flecha de amores.
¡Galopa amazona mia, amazona
de todos!
Al campo de los centauros
incorruptos acumulando tus latidos/
Lleva tu pueblo de alma y
aldea en el riel rural
con el duro quebracho de tus
muslos y
la piedra imprescindible en
tus uñas de tierra/
Tu alma de verde costanera
arrastra los vagones de los reclusos
mas allá del vuelo de tus
pestañas/
Sigue el camino de los
utópicos sueños
que tras sus verdes escoge
la vida su hora de germen/
El trigo expande su fortaleza a tu arteria y
deja su aliento
sobreviviendo los amarillos marcos del mausoleo/
¡Anda mujer aldeana!
Que tus pasiones no caben en
tu pueblo
y tus temores ceden con tu
atrevida huella al vacío.
Tus pies de trocha llevan la
harina y el calor del horno.
Fuego y columna/ Alto
voltaje.
Saca tus pies del suelo
amante y arrastra la pradera por las plantas
Que si las primaveras no son
tantas los inviernos no son tan fríos
como los soleados veranos
sin compañía/
Libre te aguarda la nueva
senda desplegando sus alas/
¡Viva tu rosa.. Viva tu
silo!
Viva tu risa, tus ojos de
horizonte
y tus labios que parecen
besar el cielo.
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