Sin
mas espera que tu llegada me pregunté?...
¿Vendré
aquí en regreso a renovar
el sentido del antifaz de la muerte conocida?
¿Del
otro lado de la reja
estarán sus pies de raíces iluminadas?
Obtuve
la paciencia del atrasado reloj
pero
mi latido ya sonaba a muelle abandonado/
Fue
entonces que te bajé de la colosal montaña azul
y
regresé tu estatua de trapo al inestable mosaico de los mortales/
Fuiste
llama que encendía mis hogares,
pero
entre los fuertes vientos me arrojaste
como
un pabilo de cera apagado/
Olvidé
tus dos copas de frente.
Olvidé
tu palabra con semblante y
Olvidé
el deleite de tu ojo encontrado/
El
tiempo trajo su nueva suplencia
en
un rumor de súbito paso,
una
azarosa emergencia de encuentro/
¡Una
flor!...
Una
flor que no se partía contra mis muros
ni
olía a tus jardines olvidados/
Una
flor que mi mundo ignoraba/
Un
nombre que tu voz desconocía/
Venia
de lejos...
De...
Nunca
pregunté su origen de alhelíes
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