Es el vidrio mortal
de la noche que me mira
con ojos de secuestro,
me examina con fría mirada
y siento la piel polarizada.
Celebra la pintura
del reloj doblado de Dali.
Del alba al ocaso proyecta
el trajín diario como lento
derrumbe
de guijarros que habitan en mí.
Con inapelable crueldad
observa…
Tiene el mirar obcecado
de un tenaz guerrero
espartano,
en lo profundo de su océano
cristalino
resalta el afán de la imagen
impía
cual una verduga valkiria
ebria
evidencia mi copa de vino.
Hay niebla y tinieblas en
el.
Fantasmas de misterio y
secretos no divulgados.
Su pródiga memoria tiene
muecas,
rostros, llantos y risas,
bullicio de siglos y
preguntas que no ha
exonerado.
Es mago conocedor de los
ocultos
pesares humanos
y en la intimidad
duplica su traición,
me muestra un abatido humano
en su lago de muro altivo.
De su horror admiro
la impía crueldad de la
imagen.
De el odio
el ojo corsario con que mira
y la imagen nefasta que
devuelve.
Con la piel caída y doliente
exhibe mis órganos
decadentes.
Las ojeras enarcadas
del negro constante.
El arte impenetrable.
es su propio dominio
Recuerda el tiempo de la
tersura y
manifiesta caídas arrugas que no son
suyas, sino mías.
Al alba tiene rostro afable
y en el ámbito nocturno
refracta pétalos de rosas partidas
y esas fracturas
son mis propias fatigas.
Todos los derechos registrados en Safe Creative & Published Word Press
Poetry
No hay comentarios:
Publicar un comentario