¡ Amor ¡
Eres de tierra y de canto.
Eres de carne y piel diosa.
Porque te huelo y arpegio la
prosa
con las notas rasgando los
sostenidos
y tu amor se hace tiempo en
bemoles,
agitando las vendimias del
prado y
del pasto sus nutrientes.
Eres de rocío y de gota.
Eres brasa y ascua.
Porque tu cerezo de lar
Sigue traspasando los fuegos
volcánicos y
horada mis sienes calcinadas.
Me rodeas con tu alma de
remolino y trópico agitado
hasta mis últimas membranas.
¿ De que eres mi
enamorada?
Le pregunté a Baco y sus
festines
y de los icores invocados de Dionisio
no hallé la uva de tus racimos.
Besé la estatua del Milo y
Venus respondió
que siempre lo ha ignorado y
sus pergaminos ha quemado de
celos.
Eres de planta y vino.
Eres de fruto y parra.
Dura como la tierra y lene
como depurado algodón
bañado nacarino por tu piel,
espongiario tu alma.
Eres el punto donde nace el
ombligo de la tierra
y la dulce palabra con que amanezco creciendo.
En tus túneles conocidos
viajan mis mundos sus fragancias
y los barcos rodadores del
agua estallan con el amarillo
de los limones hijos de tu
luz exprimida.
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