Tus pestañas se abren
en un horizonte
de negro albor.
Albor de rosas calmas.
En el tránsito de la prisa.
el tráfico es la senda de tu nombre
que ágilmente pronuncia la brisa/
Voy marcando con cruces de tulipanes
las barreras que miden la distancia
en la hora del esférico cronos,
las agujas fomentan tormentas turbias
entre nuestras manos de rosedales.
La somnolencia del ámbar
tiene brazos sordos de lluvias pero.
en los montes del incendio
un lirio blanco de ira loco
me enlaza a tus ojos
en la desnuda cárcel del panorama/
.
Amor mío,
ese instante de clamor
es repentina turbulencia que reclama
ante el impero de natura
conservar lacustres hojas de tu alma
en la urgencia agraz renovar rosas
caminando las veredas de mis venas/
Abiertos parpados a tientas
que con pincel de alambre
teñiste de acuarelas.
Lejos del camino
del invierno
fuimos sensualidad
de agua flexible
alimentándonos de
acequias/
Propagando imagen
de pura claridad
en el inicio de la
pasión
traída del escrito
en la piedra/
Unimos la
inmensidad de piélagos y
el rio sexual
seguía
ascendiendo por las
arterias/
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