Un rostro gira cada mañana
en hábito de inútil rodilla. Desteje su memoria el hilo negro de su propia sombra, Su cara no halla el espejo… Su pecho de agujero traspasa la espalda. Es la que tuvo su pasado de todo, la del ciego corazón que no pudo ver nada. Huérfana quedó de labios y sonrisas a las ventanas abiertas de la espera oblicua legaron su corvo dorso, y el frio congeló sus antiguas mejillas rosas. La cama poderosa abrió su boca y extraviada la atrapó en el abismo de su propio lodo. Todos los derechos reservados en Safe Creative & Word Press _________________ |
Este es mi blog, en donde encontraran todos los poemas de mi autoria.Desde ya muy agradecido por sus visitas.RICARDO ALVAREZ.
jueves, 12 de junio de 2014
VACÍA
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