¡ Cuando han pronunciado tu nombre acariciando el alfabeto ¡
¿
Recuerdas la ultima vez que te besaron los ojos ¿
La primer mirada a tus manos, a través del
océano de la noche.
¿ Cuando te besaron entera, hasta el hartazgo
infinito de la lujuria ¿
Yo disfruté tu sonrisa de luna amante,
con los ojos de mi alma y he visto tu desvelo
adornarse con lágrimas.
¡ Hoy te escribo con dolor de tinta desangrada
¡
¿Que
color tendrá mi piel ¿
Ya no la reconozco.
¡ Cuanto dolor
calla mi alma que ya no duele ¡
No hablemos de construir si se esperanza la
destrucción..
Te besé tanto en el vientre del cielo, que las
estrellas quedaron sin espacio.
Arrastré tu nombre con dolor por la tierra
madre y
el cuello de la noche me atrapó.
Mi voz, entre las piedras, busca la cadencia
de tu oído y
un estrépito de roca, me arrastra camino a tu
recuerdo.
Mi
corazón aguarda. Pero tú no llegas.
El breve amor fue inmenso. El recuerdo será de
letargo.
Aunque puedo escribirte versos dolientes,
Me lo impide tu mirada de miel parda.
Aún me provocas risa de ombligo.
Mis piernas preguntan por tu ausencia.
Si guardo tanto amor, se multiplica y me
cansa.
Pero cuando me das dolor, no puedo pronunciar
tu nombre.
Mi pluma se agota.
Y sigo solo.
Con
tu sonrisa de recuerdo a cuestas.
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