sábado, 1 de febrero de 2014

DEL MOLINO SOBRE LA PIEDRA


De ti he salido mujer,
del fuego mortal de tu abrazo
golpeado como un aspa vieja
del molino llovido por la piedra.
Obeso salgo de entre tus senos,
casi muerto por la uva de tu suspiro
y sus laderas de monte.
Desparramado caigo a tu ombligo,
como un racimo preñado
en nueve lunas de primavera

Tus muslos magnéticos
atraen los pájaros del canto metálico/

Entre las abras carnales y blancas

penetro como bélico guerrero impetuoso y
la esponja celeste de tu entrepierna
absorbe mis últimas gotas de vena/
Vuelvo a forjarme
como el hierro en el crisol ardiendo y
poderoso emerjo, con bríos de batalla/
Doblo mis rodillas crujientes y
te adoro como la creación terrenal más viva/
A tu hora poderosa
                                       vi sucumbir la flor blanca
  y festejar la vida precipitada.
 celebrándote diosa del color

        en tu prado de pétalo al alba.

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