Resbalas el piso sonando
como el río,
del mar tienes la espuma
regocijada.
Entre tus rodillas danza el
agua sin heridas
como un remanso doblado de
estío/
Veo el pan resumido bajar por
tu vientre y
la espiga elaborar harina
marca la raya de tu espalda/
Tus espaldas son de ala y
vuelo de cisne,
zumbando más que la abeja
reina
y el macho ebrio,
retozando en los alegres
jardines
donde amanecen las corolas
ungidas en tu miel
y desparraman su savia
electa en múltiples racimos/
Tu aliento baja y sube...
Baja a la gramínea verde y
la negra tierra
y sube a la luna despojando
sus pétalos
soltando brillos constelados
de estrella/
¡Resbalemos juntos mi amada
selecta!
Despertando los sueños en la
mañana
con las piernas adosadas y
los humores compartidos/
¡Aquí estoy, soy tu
enamorado!
Deja que la belleza transite
por tu vida,
que la noche pasee vagabunda
y
las palomas aniden en las
calles sus marrones/
Con tu boca devoradora de
fieras
me siento un mimado gato
hogareño,
en nuestro habitáculo de
raíces profundas
dejemos el vidrio empañado
del amor salvaje/
Aquí va mi mano esperanzada
a tu alma que una vez fue
abandonada
estirando tu alfombra de
reina
bajo las aguas turbulentas
de los puentes desvencijados
del ayer ya olvidado/
Extiendo hacia ti los ribeteados
marcos de brazos y
mi hábito en túnica de
hombre enamorado.
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