Vienen aquí vienen a golpear
todos los negros oscuros
que el viento no muestra en su soplo/
La lluvia desnuda su
telaraña de filamento
y baja
como hebra ruidosa
marcando cruces
de húmeda carne roja
al submarino maremoto
de los rituales escondidos
en la naturaleza/.
Pero ni tu ni yo huimos
de las furias naturales/
Ni las humanas deshonras
conquistan nuestras pasiones
eslabonadas,
porque en nuestras miradas
de esdrújula cita tácita
la palabra se pronuncia
aguda,
el miedo apaga sus temblores
y las profundas
caricias en grave sonido
dejan el miedo inadmisible
exiliado
en tus bronceados hombros
porque mis ocupadas manos te
recorren/
Mi boca trae
el mordido laurel fresco y
las ocultas campanas
de nuestros costales felices
tañen sus tintineos/
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