Sin Dios y
sin playa. Sin una horizontal raya de panorama en la visión. Dentro de la vertical de los metales, ciego de luces en su dimito espacio el aire empobrecido respiraba ahogado aroma a flores plásticas sin nombres. Rescata los recuerdos húmedos de su amada que sobrelleva en lejania su vida cautiva. Del tiempo del parral era su pelo de ambrosía que aliviaba la pena en su mirada extraviada. Aceptó la condena entre barrotes oxidados al momento que evocaba sus manos alucinado. La luna compañera se recostó a su lado, mientras recuperaba fragmentos de soles, cartas plagadas del amor de quien lo amaba y un sello de lacre en dos rojos labiales. Un día desenredando el hilo de la vida lo halló con maligna sonrisa la guillotina. _________________ |
Este es mi blog, en donde encontraran todos los poemas de mi autoria.Desde ya muy agradecido por sus visitas.RICARDO ALVAREZ.
sábado, 25 de octubre de 2014
PRISIONERO
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