jueves, 2 de agosto de 2018

PROGRESIÓN DE VIDAPOEMA DESTACADO POR LA UNIÓN HISPANO MUNDIAL DE ESCRITORES - UHE




¡Cosmopolita! La tierra está llorando 
el secadal
 
que alimenta sus ligaduras,
 
percibamos el grito
 
que brota de sus manos.
 

Perdura entre los hombres
 
residuos de limaduras
 
de rabia inmortal.
 
El dolor del pie ajeno
 
duele más que la propia soledad.
 
Es tarde en la sombra del agua
 
donde canta un pájaro de cristal.
 
Una bocanada de fuego
 
asciende en la noche y chispea el cielo
 
la infinita pérdida, el robo del tiempo
 
que no regresa
 
encima del sueño
 
y confusas trayectorias
 
guardan los ojos del silencio,
 
el horror que han visto
 
yace en un arcón de metal
 
y se reencuentra con la antigua soledad
 
del viento que no acalla su rugido.
 

Las gavillas nocturnas traspasan
 
la piedra cutánea,
 
a mordida y dentellada
 
sin excepción alguna
 
engrosan ribetes la herida
 
y desangra esférica cenizas
 
la piel del vegetal.
 
En vuelo gris se sostienen
 
aves trágicas del espacio mortal,
 
aleteos plomizos alzan
 
amargura de acíbar desafiando al enemigo
 
que es el espejo de su íntimo amigo.
 
Violácea la sequedad del alma áspera,
 
el corazón marchita el falsete que se inclina.
 
Languidece el latido del drama
 
en una ráfaga de melódica lanza.
 
Ya la tierra es miaja de polvareda
 
que no levanta
 
el majestuoso vástago amarillo
 
otrora reflejo de encanto lumínico
 
descorazona la ilusión del trigo.
 

Hay un delgado protagonismo
 
en el fin de una ausencia,
 
barre la escobilla guijarros en mugrosas gavetas,
 
sucios escombros enfundan el reino secano
 
pero el hastió no tuerce el empeño.
 

Hilos desérticos colman
 
su vientre con infértil arena.
 
La testa aclara ideas
 
en la reclinación de la almohada,
 
el aire está plagado de testosterona Inválida.
 
Persiste la bestia hombruna
 
cerril agota frutos de gleba,
 
El dedo asnal solapado duerme
 
en los senos rotos de mujeres lobunas,
 
en la sombra láctea
 
hay un arroyo nutriente
 
de lactosa que se inunda
 
con el flujo del pezón
 
que destila la madraza.
 

Madruga el invierno en su siesta,
 
reposa la cornamenta de la cabra
 
su cruz abatida recuesta
 
en los brazos albugíneos de la atmosfera.
 

Tibio el candor del piscolabis,
 
describe la pluma la cruel realidad.
 
El sueño responde la pregunta
 
que ignora la vigilia.
 
No espero a nadie en mitad de la noche
 
que traiga coronadas estrellas
 
ni lucidos pensamientos ni encuestas.
 
Todo lo perdido regresa
 
al piélago del cuerpo sudoroso,
 
la mente que brilla no es de ilustre biblioteca.
 
Digo hermano, hay que remangarse la hasta las corbatas
 
cuidar la madre que nos sustenta
 
como la mujer nodriza que a pecho alimenta
 
con atenta gravedad
 

la boca que mama eslabona progresión de vida. 





De "Fuera del tiempo"
 
Ed, PALIBROS Hecho el Depósito según la ley 11-723- registro de autores.
 
Publicado en julio 2018-
 
Todos los derechos regisetrados en Safe Creative & Published Word Press Poetry
 
Poemas de ricardo
 alvarez@blogspot.com 
Poemas de ricardo alvarez-bloggr

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