miércoles, 23 de octubre de 2013

DÉJAME CONOCER TU CORAXÓN


Me cautiva tu voz de púrpura inviolable.
Me seduce tu sonrisa en vastedad de pinos, y
aplaca dolores. que siguen siendo míos.
Con ecos distantes, fantasías compartidas, y
en sueños de arenas blancas, sueño contigo esta dicha.

¡ Oh, armonía del bosque silvestre ¡
Ecuación de aroma del cedro y el alerce.
En el hueco vacío del páramo perdido,
se enrama la aridez y florece el retoño con tu sombra
Del espacio y el vacío a la cima de la rosa, y
al reposo del rayo entumecido.
Del abismo infinito, donde el frío se espasma,
el árbol caído a tu risa, se hace madero de hogar.

¡ Orbe mia. Vasto campo de blancura ¡
¿ Que conjuro te preserva. Que magia celosa ocultas ¿
Mi reina de corazones, en barajas de tréboles.
En la salida de la luna, titila tu paisaje de horizonte, y
de oscuros ojos que he mirado.
Blasfemo un silencio al escucharte y callan palabras que cohíben.
Con mi boca cerrada en escudo y el volcán
en ariete de tus labios cruje mi portal.
Trepo por las raíces de tus pies hasta el cáliz de tu boca en copa,
Copa que se bebe hasta el último verso que no te he escrito.

          ¡ Déjame conocer tu corazón ¡
Así pondré fin a este poema.


                                              

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