EL MARGINADO... (RICARDO ALVAREZ).
Tal
vez veas mi mano carente y pobre.
Algo
arrugada y marchita pero aun afable.
En
las palmas tal vez halles el diluido
cobre
y
una rosa que esconde una piedra jade.
Tal
vez te parezca mi ropa un andrajo
la
costra maca inserta y pegada al costado.
Es
mi ropa de tierra y obra, ropa de trabajo,
solo
una rama de mi sueño trastocado.
Mi
barba no rasurada, ausente de crema..
El
mentón escondido y el pecho cenizo,
pero
ve dentro mi corazón de moneda y
el
calor de mi alma que de tanto amar llega al cobrizo.
Si
mis piernas andan macilentas y enjutas
no
es que han adelgazado por ocio plácido,
ocurre
que a veces no toda lo honesto es justo y
la
cintura doblada de cosechar la papa ha caído en desgracia.
Pero
soy quien sigue mi mano de roble,
Anda
y desanda la vida
caminando
los sudores del pan y la sed del odre.
Deja
pues tu lengua quieta y alerta tu oído
Las
palmas en prona de dádiva y la vista de águila,
en
el carrusel de la vida suele huir la fortuna
tal
vez por andar tanto el agua turbia de la anguila
y
los recodos enigmáticos del aire sin destino
Con
las manos en espiral y los pies de
bravura
Libera
de los barrotes tus pérfidos claustros,
tal
vez te parezca que todo es espanto
pero
en el panal seco de los errantes abastos
la
palabra nos apila para retomar el canto.
No
todos los inconclusos son eternos y
los
que simulan perennes suelen ser difusos.
A
Raúl Oscar ROJAS - Chachi
Quien
vive bajo un puente que no se llama oportunidad.
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