Cuando
vienes a mí en actitud de encuentro,
es un “ hola “ sin despertares, una mañana
para recordar,
en mi memoria de laberinto y burbuja en agitado mar, y
cuando asoma tu cuerpo, se plasma en
acuarela el momento.
El cálido océano de tu piel inunda mis ojos de testigo,
y mi
sed se desata., cuando paseas tu andar
de diosa.
Los pájaros del
aire vuelan tu rostro de perfil rosa
Y de tu vientre de gasa vuela una mariposa de
ombligo.
La miel de tu cuello de lago pica
como hormiguero.
Y de mi mano florida, desato un
vendaval de besos sin razón
apilados
en fila encadenada, al blanco de tu corazón.
Tenso la
cuerda, y de arco va mi amor de guerrero.
Cuando llega tu voz de vocación
en melodía de piano,
el destino acaricia mis oídos con el
canto de los bemoles.
Sacude
el polvo mi sensible entraña de
emociones,
cual si llegases, como ave de playa,
con pétalos en mano.
Las raíces de la tierra
misma, codician la virtud de tu risa
Y la aurora
espera el despertar de tu alma,.
mirando por el cristal de cataratas
de tu mirada calma, y
flameando tu rostro de
bandera, frescura de manantial y brisa.
Y tu pelo. Tu pelo huele a mieses en segada..
El
andar glamoroso de tus pies es crujir de trigal.
El viento
sopla tu aliento de calmo vendaval, y
tu sonrisa de rayo en espera, es mi hora aguardada.
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