Tengo estos huesos carcomidos de roedores
Una balsa improvisada en un mar rebelde
Los ojos que han visto tanto casi ausentes, y
Las sienes cavilantes de mordiscones.
¡ Ah ,
solo estoy ¡
Con la frente azotada en la playa
ando en sombras golpeado con cacerolas
oscuras
sartenes de mango y hierro, navajas cortantes
es mi terca desgracia que nada impedida
contra las vallas
y el vaivén acuático de una redonda tabla
diminuta
tan pasmada como pis pesares sin presagio
nadie que no sea mi morena salvará mi
naufragio.
Corre entre sus cejas mi risa en abra, y
tiene el alma labrada que pretendo como
adagio.
Recostado entre sus piernas de helecho,
Mi costilla jazmín hado yace en su pecho de
alga.
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