Con cada palabra que pronuncias
armo el crucigrama de mi
vida.
Con acertijos, sin
respuestas,
solo por deleitar mi oído al
retornar tu voz.
Con la línea de tus ojos ,
bordada en el sesgo de la
espuma
del platinado mar, corro la
ola
y moldeo un espacio creativo
en lo profundo de tu
entrecejo, y una planicie
ardiente en la humildad de
tu frente,
donde mi eterno cavilar hace
su guarida
y despierta
en cada mañana al brillo de
tu risa.
¡ Dáme el lacio de tu pelo,
morena ¡
Que se enrede una hebra en mi boca,
hasta paladear los besos que
has fondeado
con cada gesto acróbata
de tus labios hamacados.
En cada ademán de fulgor
nace el colorido
vuelo de la mariposa afrodisíaca.
Con cada risa que lanzas
acuno un suspiro y
mi amor ebrio me sacude.
¡ Voy a hacer contigo lo que el sol hace con la
hierba ¡
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