Suele rondarme la oscura
red de agujas,
el pensamiento
del diario holocausto
costumbrista/
La noche en delgada cintura
de horca
ajusta su soga de cuello y
angustia,
sobrepasa sus limites
nocturnos
en mis golpeados pómulos/
Al alba contigua
tus pies del fuego
apegan a mis nidos
sus cálidas centellas/
Son tus ojos el árbol y
la piedra de la cascada
que el eco de la historia
escogió entre sus
pertenencias
El libro de los siglos
esbozó tu rostro ladeado
y en tu frente de pecho
reclino mi cabeza deleitada/
Desliza su zozobra
mi dulce lengua Láctea
tras mi boca transparente/
Al oír tu voz
los restantes sonidos
son fantasmas
disueltos en mis odios...
Mi débil humana naturaleza
recuesta su hoja trémula
Al fuerte rumor vegetal de
tu verde brillo/
Tu silencio apaga el
trepanante ulular
del mordaz viento ecoico
y la más oscura noche
resurge en tu vientre de
farola
como pabilo sin soplo/
Encendida luz de albricias,
en silencio expandes tus
flores de magia
y en todas mis zonas me
acaricias
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