viernes, 17 de febrero de 2017

LA NOCHE NO QUIERE VENIR



Vena de gacela mía
la noche no quiere venir
para no desfigurarse en tinieblas
bajo tus perlas nacaradas/.
El sol no quiere abrir su
esfera  de luz
en tus órbitas de tormenta
donde crujen sus aristas.

Pero iré con brazos flagelados
del agua con navajas,
sumergido entre cloacas
donde reinan atroces ratas.
Cruzaré montes,
colinas sin flores
que ignoran el aroma de
tus jazmines/

Bajaré al desierto de escorpiones
con caudal de rio sangriento en mis venas/

Entre las espadas del mar esgrimiré
tu alma de paraíso y
el aliento afrodisíaco
que vigoriza al cuerpo/
.
Que no se crucen estrella de rencor
en mi camino
porque sabrán de mi cólera
cuando se clava el deshonor/

Soy la pregunta de la foresta que
el viento recoge con su forma...
La luz de libela inflamada
que resplandece en tu mirada.

La húmeda carne del peral
saciando tus labios.
Un eco de imagen
dibujado en tu mirada
de calmo reposo/

.
Ya llegué amor
a tus aguas de terremoto,
me guió el sonoro vibrar de tus pecas
y el beso soplido al aire
que halló mi boca desplegada
como arca depositaria de tus labios/

Transité doliente el camino del despojo
con la ansiedad partida a cuchilladas,
me alentaba el repique de tus campanarios
y la ilusión de dejar una rosa en tus manos/


.


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