jueves, 18 de julio de 2019

AL SON DE TU TRONO, NUEVA REPÚBLICA




Pulsa el alto tono
de tus campanas
Patria mía.
Brille la realeza
de tu mantilla
al sol de tu trono.

Afable musa bella
cubierta de agua marina,
bajo el velo azul florece
la plata del nuevo día.

Que los mortales del cosmos
contemplen la franja de tu cinta
blanquiceleste,
castidad de tu bandera
en linaje reverdece.

Distantes y desvanecidas
las dagas de la pelea.
Tanto trigo nutrió el grito
libertario de rotas cadenas.
Expulsados los conquistadores
del dominio
huyeron ante la arremetida
con trinquete enteco
de musgo enmohecido.

Alazanes y pintos
resoplaron coraje de trompetas,
afilados los sables
bajo un sol de gloria,
surgió el patriotismo acerado.
Irruptoras corbetas,
desolado marinaje
por declives erosivos
el agua torció raudales


La negra amenaza
siempre acecha tu designio
más el airón no tiembla
su puño rígido
y con temple al intruso golpea
cuando al aire blasfema
el grito sagrado
que vitorean las verbenas.

Oh, patria tierra .madre mía
cruzada de ríos
caudales de tu platería.

Aquí la paz te saluda,
tierra Austral, República Argentina.
Tu voz es trino,
madrigal de alegría.

El corazón Sanmartiniano palpita
en toda tu envergadura
con gloria perpetua
de la Puna a la Antártida,

Ya libre y respetada,
amada por tu pueblo,
emancipada tu leontina
otrora imperialista
instalado el reino
de tu autonomía.

Dona madrigal
canto de juglar eterno
Pisaron tus campos
regionales
aquellos aclamados.
Sea por siempre su memoria glorificada,
nobles estrategas.
Valientes combatientes triunfadores
que ante la visión de la guerra
jamás en su valor iluminado amedrentaron
y al viejo clarín marcial
empuñaron firme su estoque
elevando el honor de tu bandera
con  presencia de fuego en la estocada.

Pisaron tus raíces la sombra de las lanza
las befas muertas ahogadas de los jinetes,
cargados fueron de hierro hasta la garganta
y en la dureza de los  escudos quedaron inertes
cuando se agotó el filo de penetrantes navajas.

Un zumbar de fusilería tembló en la noche cerrada,
barre el  viento  cenizas,
se dispersan días de augustas batallas
y la victoria fue el himno que cantó el sinsote
de tierras lejanas, los mortales reconocieron
el flameo de tu bandera, símbolo de libertad,
pisaste las sombras de espadas
y ante el filo duro de sables invasores

expusiste tu pecho con altivos honores y nació la nueva República.

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