Ya la noche
ha dormido
con todos sus tesoros,
ni una sola gota derramó el
llanto dichoso
cuando el retoño del rosal
clamaba un mínimo aguacero
sobre su cuerpo en copa de
cristal.
Tropel salino reclamaban las raíces
y en un solo suspiro el cielo
comenzó a gorgotear.
La imploración de fe
conquistó
la paz antes que la guerra.
Al aire palpitaban los ojos arqueados
por una luna azul de
lontananza oriental
que tendía mantos de quimeras
y en un agosto de día
invernal
a la columna del rosal
le
florecieron ambarinos pétalos
en las extensas dimensiones
de sus brazos.
Todos los derechos registrados
en Safe Creative & Published Word Press Poetry
No hay comentarios:
Publicar un comentario