Entre hierro y tizones
la
campana toca a muerto,
en
lánguidos andariveles filetean relámpagos
y
al estruendo lirios huyen del fragmentado huerto.
Despiertan
repiques de lentejuelas,
empolvada
quimera de vuelo,
se
angostan pasos de incierta trayectoria,
Inmóvil
temblor al aullar broncos perros.
Un
indómito clavo se hospeda
entre
huesos enjutos que sostienen la carne deshojada,
Sublevación
de venas sin anclaje,
alocadas
batallas de sangre se encaraman en tinieblas.
Al
viraje de la popa la mano férrea,
elíptica
circula en un mar muerto de brumas,
se
va diluyendo el bajel repleto de angustia
el
desleír enquista la promesa insana
La
decisión abrupta no capitula
y
a los mazazos de olas colosales no se
entrega.
Hasta
que las recias mascaras de yeso precipitan su arena.
La
tripulación era la esperanza de pisar otras tierras,
fomentar
el progreso con sus fecundas yemas
pero
la alevosa bitácora tenía sus infaustas
reglas.
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Poemas de ricardo
alvarez-blogger
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