El sonriente ministro
con estática faz de piedra
sobre la ilación de la alfombra,
luce maquillados mohines
que iluminan hasta la sombra,
Explica los beneficios de la
bolsa
en la ignorancia del estómago
con hambre de boca cuantitativa.
Se enmascara tras falsas promesas
con lucubración de inclaudicable
samaritano
sin expresar
la declinación del salario
saltea con enigmática virtud
la escasez de gasas curativas.
El enclenque enfermo no presupuesta en
salud
y las cifras del galeno se restan sin parámetros,
en el círculo del juramento
hipocrático
no hay cifras ni diámetros, en el
secreto de la consulta
se desmoronan camillas sobre jeringas
usadas.
El maestro es solo un cuadro
con la foto gastada de Sarmiento….
Se borran las matemáticas del léxico,
los números se ajustan con
cinturones.
El osado periodista preguntó por la
inflación…
Eso es tema de otra cuestión
respondió el ajetreado a viva
voz,
ese punto no figura en mi lista de
urgencia,
debe cuestionar al senado opositor
y aquí amado pueblo termino la
conferencia
contando con su voto en las
urnas.
Dejó un hasta pronto sin adiós
y abruptamente estalló el
televisor.
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