Olvido en tu cuerpo
las voces del silencio.
Te pueblo,
vértice de fuego,
en el grito de mi boca
pierdo hondonadas de labios.
Sacio la sed que arde,
el hambre que resuello
cada noche
que cruzo
hasta encontrar
una estrella en tu pecho.
Un titilo palpitante
en la columna de tu cuello.
Latitud de carne,
tu piel de agua
es aldea de mis labios
salitres.
Mi nombre gira
y crece
en la turbulencia de tu
boca..
Poema 39 – de mi libro
PASIONARIO -Ed. ROJAS BOGLIACINO- Prov.de Entre Ríos- Argentina
2013- Hecho el
Depósito según la ley 11-723- registro de autores
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