sábado, 21 de febrero de 2015

UN INVIERNO DE REGALOS


Desde lo diáfano de tu cielo a mis raíces de tierra
he visto la agilidad del rayo con brillos de centellas.
Tu bajabas en la brisa oro divino en mi frente,
hermosa torre de soberanía al tocar tus uñas el firmamento,
agitadas mareas por el viento eran aguas congestionadas,
racimos de abierto espacio rumorando secretos de la espuma.
En la virtud sumergida, espiga en monumento,
te elevas en resplandor 
y tu paso poderoso escalaba landas
hasta el ápice de cerros 
para descender a mis brazos de cuna.
El vínculo fue un majestuoso crepúsculo menguante
rodando al cenit sus naranjas, 
emergía la luna sonriente
como esa risa ebúrnea que espejan tus dientes.
Todo es alcanzable con la fuerza del corazón palpitante,
Entre sueños argentos y nubes de agua celeste, 
teas de fuego iluminando tu reino soberano 
y el invierno colmándonos de regalos
.
Te amo con el pan o con el hambre 
con la pobreza en el semblante
o en la opulencia del linaje.


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