Siento que te arrastro...
al triste pozo en que caemos
a diario.
Absurda herida y dolor de
arena y pantano.
Inútil espina mal clavada
que provocan nuestras
lenguas afiladas.
... Sé que es la mia la más
cortante.
¡ Perdóname amor ¡
Cuando te hago temblar en el
barro y
te hundo como una estatua
pesada.
Intento elaborar mi
lenguaje, afinando mi oído a tu delgada palabra.
No es tu fonismo grueso y
ancho
sino mi comprensión limitada
y estrecha
No dejes las heridas
rondando tus cálidas arterias.
Espera que sacuda mi lengua
y retornarán en lacerante boomerang
mis palabras dolientes a mi pecho de herida.
Sé que a veces...
mutas callada lo expreso del
sonido y lo dibujas en gestos,
No te veo..
mientras estiras tu mano sin
buscar el viento de un parapeto
sino una voz de brisa calma,
algo de aliento que resurja,
algo de admiración que te
reconozca electa
y te brote revivida como la
rosa engordada por la orgullosa uva.
¡ No me odies amor por esto.
Sólo ámame ¡
porque el odio es el amor
mal gastado en fuerza,
nos traerá los rencores triplicados y
hará bélicos nuestros
instantes de siglos.
¡ Tu, amor mío,
con solo reír me amas y me
hace mejor hombre,
que no te hiera mi hombría
inservible de diario escudo.
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