En
la espesa selva de tus cejas,
dos
nidos reposan,
uno
de metal argenta,
el
otro negro follaje de
pétalos
y nidos de llamas blancas.
En
la jungla del follaje denso...
se
agitan pájaros,
vuelan
mariposas canas que
sacuden
alas en mi fantasía.
Parece,
que
los sueños de mis ojos
se
acunan en tus pupilas.
Arde
mi vista de hoguera,
fluyes
como una silueta cálida.
Tu
imagen quema,
quema
como el ardiente verano
de
los desiertos.
donde
acumulaste
extensos
horizontes
de
frescas palmeras.
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